¿Qué es la legionella?
a legionella o legionelosis es una enfermedad causada por la bacteria Legionella pneumophila que presenta fundamentalmente dos formas clínicas totalmente diferenciadas: por un lado la infección pulmonar o enfermedad de legionario, que se caracteriza por ser una neumonía con fiebre alta, y la forma conocida como fiebre de Pontiac, que se manifiesta como un síndrome febril agudo. Así, en lo que respecta a la gravedad de la enfermedad, esta puede ir desde una tos leve hasta una neumonía de carácter grave que cause la muerte provocada por una progresiva falta de aire en los pulmones, conmoción e insuficiencia multiorgánica.
La Legionella es una bacteria que vive y se reproduce en ambientes acuáticos, es decir, sus nichos naturales son aguas superficiales y estancadas como lagos, pantanos, embalses o ríos. Además de estos nichos, la Legionella también se puede desarrollar en ambientes creados por el hombre, como los sistemas de agua sanitaria (ya sea fría o caliente), las fuentes ornamentales, las torres de refrigeración o los condensadores evaporativos.
- A temperatura óptima para su crecimiento está comprendida entre los 35- 37ºC, pero puede desarrollarse fácilmente en ambientes entre 20 y 45ºC. No obstante, es importante indicar que la bacteria muere a partir de 70ºC, es capaz de soportar temperaturas de 50 °C durante varias horas, pero no se multiplica a temperaturas inferiores a 20 °C).
- Puede desarrollarse en ambientes secos (humedad relativa entre 20 y 30%).
- En cuanto a la calidad del agua, la Legionella es común en aguas con presencias de nutrientes. Cuanto más turbia sea la fuente de agua, más probabilidad hay de contener esta bacteria.
- La baja velocidad de circulación de las corrientes de agua es una de las características más influyentes para que esta bacteria se multiplique.
Síntomas
Si la enfermedad del legionario no es tratada, puede agravarse en la primera semana. Las complicaciones más frecuentes son insuficiencia respiratoria, conmoción e insuficiencia renal aguda y multiorgánica.
Los síntomas suelen ser:
- Dolor de cabeza
- Fiebre, estornudos, dificultad para controlar los movimientos, cansancio extremo.
- Tos severa y dificultad respiratorio.
- Dolor intenso del sistema muscular.
- Nauseas, diarrea, vómitos.
El tiempo de incubación de la bacteria, hasta la aparición de los síntomas suele ser entre 2 y 10 días.
Prevención
Para evitar este tipo de casos, ya sea en instalaciones de ACS, agua fría o en sistemas de refrigeración, es fundamental cumplir la normativa y, en particular, la norma UNE 100030:2017 sobre prevención y control de la proliferación y diseminación de legionella en instalaciones.
Temperatura de sistema de ACS
- La temperatura de distribución del agua debe ser en todo momento igual o superior a 50 grados, aunque en establecimientos sensibles, como centros sanitarios o geriátricos lo recomendable es por encima de 55.
- Las temperaturas deben alcanzarse aproximadamente antes de 1 minuto después de abrir completamente el grifo o dispositivo de vaciado.
- La temperatura de acumulación centralizada del agua debe ser en todo momento igual o superior a 60 grados.
- El sistema de calentamiento debe ser capaz de elevar la temperatura del agua hasta 70 grados o más en los depósitos acumuladores y hasta 60 ó más en el punto más alejado de la red de distribución para su desinfección mediante el ciclo anti-legionella.
- Cuando se utilice un sistema de aprovechamiento técnico con acumulación de agua de consumo, en el que no se asegure de forma continua una temperatura superior a 60 grados (por ejemplo, energía solar, aerotermia, bomba de calor, etc.), se debe garantizar que posteriormente se alcance esa temperatura en otro acumulador final antes de la distribución hacia el consumo.